¿Hemodiálisis o diálisis peritoneal?
Aquí encontrarás información sobre terapias de reemplazo renal como diálisis peritoneal, hemodiálisis y trasplante renal.
10/28/20251 min leer


Cuando los riñones pierden su función de manera avanzada (Etapa 5 de la Enfermedad Renal Crónica), el cuerpo ya no puede eliminar desechos, controlar el líquido corporal ni mantener un equilibrio adecuado de minerales. En ese momento se necesita iniciar una terapia de reemplazo renal, cuyo objetivo es sustituir, parcial o totalmente, la función de los riñones.
Las opciones disponibles son:
1. Hemodiálisis
La hemodiálisis utiliza una máquina que limpia la sangre a través de un filtro especial llamado dializador.
Se realiza en una unidad de hemodiálisis.
Generalmente se lleva a cabo dos- tres veces por semana, con sesiones de 3 a 4 horas.
Requiere un acceso vascular, como catéter, una fístula arteriovenosa o injerto.
Ayuda a controlar líquidos, eliminar toxinas y mejorar el bienestar general.
2. Diálisis Peritoneal
La diálisis peritoneal utiliza la membrana natural del abdomen (peritoneo) como filtro para limpiar la sangre.
El paciente recibe un líquido especial dentro del abdomen a través de un catéter.
Ese líquido absorbe las toxinas y luego se drena.
Existen dos modalidades:
Diálisis peritoneal continua ambulatoria (DPCA): Los intercambios de líquido se hacen manualmente durante el día.
Diálisis peritoneal automatizada (DPA): Se realiza con una máquina por la noche mientras el paciente duerme.
Permite mayor independencia y puede hacerse en casa con entrenamiento adecuado.
3. Trasplante Renal
El trasplante renal es el reemplazo del riñón enfermo por un riñón sano de un donador vivo o fallecido.
Es considerado el tratamiento que ofrece la mejor calidad de vida y mayor supervivencia.
Requiere estudios previos, lista de espera y vigilancia estrecha.
Después del trasplante, el paciente toma medicamentos inmunosupresores de manera permanente para evitar el rechazo.